La formación en datos abiertos es esencial para que comprendan cómo publicar y gestionar la información de manera transparente y accesible
En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, los datos abiertos se han convertido en un componente esencial para el buen funcionamiento de los gobiernos, la transparencia y la participación ciudadana. Sin embargo, para que su potencial sea completamente aprovechado, es crucial que tanto los funcionarios públicos como los ciudadanos estén capacitados en el uso y análisis de estos datos. Aquí es donde la formación en datos abiertos juega un papel fundamental.
La apertura de datos, cuando se gestiona adecuadamente, permite a los gobiernos mostrar a la ciudadanía cómo se están utilizando los recursos públicos, mejorando así la rendición de cuentas. Al mismo tiempo, facilita a los ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación el acceso a información valiosa que puede ser utilizada para monitorear la gestión pública, identificar irregularidades y proponer mejoras.
¿Qué son los datos abiertos?
Los datos abiertos son información pública que los gobiernos, instituciones y organizaciones ponen a disposición de manera accesible, gratuita y reutilizable para cualquier persona. Estos datos deben cumplir con ciertos principios como estar en formatos legibles por máquinas, ser descargables sin restricciones y estar actualizados.
En contextos como el de Guatemala, donde la desconfianza hacia las instituciones públicas es alta, los datos abiertos se presentan como una herramienta poderosa para generar transparencia y reconstruir la confianza ciudadana.
La formación en datos abiertos: ¿Por qué es necesaria?
Aunque los datos abiertos tienen un enorme potencial, ese potencial solo se alcanza cuando las personas tienen las habilidades para usarlos de manera efectiva. Aquí es donde entra la importancia de la formación.
1. Desarrollo de capacidades técnicas
Para los funcionarios públicos, la formación en datos abiertos es esencial para que comprendan cómo publicar y gestionar la información de manera transparente y accesible. Esto no solo implica aprender a usar plataformas de datos abiertos, sino también comprender los estándares internacionales que permiten que los datos sean interpretados de forma consistente en diferentes contextos, como el Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas (OCDS).
Al formar a los funcionarios, se asegura que estos puedan usar herramientas tecnológicas para la visualización, análisis y publicación de datos, lo que facilita la toma de decisiones basada en evidencia. Además, se fomenta una cultura de transparencia dentro de las instituciones.
2. Empoderamiento ciudadano
Pero la formación en datos abiertos no debe limitarse al ámbito gubernamental. También es vital que la ciudadanía sea capacitada en el uso y análisis de estos datos. Cuando los ciudadanos tienen las habilidades para acceder a la información pública, pueden convertirse en auditores sociales, monitoreando los procesos gubernamentales y asegurándose de que los recursos públicos se utilicen adecuadamente.
Por ejemplo, en países como Guatemala, donde los datos sobre contrataciones públicas pueden estar disponibles pero son difíciles de interpretar, los ciudadanos capacitados pueden analizar estos datos para identificar posibles irregularidades, exigir explicaciones y participar activamente en la vigilancia del gasto público.
3. Fomento de la innovación
Los datos abiertos también tienen un enorme potencial para la innovación. Una formación adecuada permite a los emprendedores, desarrolladores y activistas utilizar esta información para crear aplicaciones, servicios y herramientas que beneficien a la sociedad en su conjunto. Ya sea a través de la creación de aplicaciones móviles que muestren cómo se ejecutan los presupuestos locales o mediante plataformas que visualizan las contrataciones públicas, la formación en datos abiertos abre la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo.
4. Fortalecimiento de la rendición de cuentas
Finalmente, un personal público capacitado en el manejo de datos abiertos asegura una mejor rendición de cuentas. Cuando los datos son accesibles, comprensibles y verificables, es más difícil ocultar irregularidades y se facilita la auditoría ciudadana. Esto, a su vez, promueve la confianza en las instituciones, ya que los ciudadanos pueden verificar cómo se gastan los recursos públicos y qué resultados se están logrando con esos fondos.
Casos de éxito de formación en datos abiertos
En Red Ciudadana, hemos liderado varias iniciativas de formación en datos abiertos tanto para funcionarios públicos como para la sociedad civil. Un ejemplo notable es nuestro reciente trabajo con el Ministerio de Finanzas Públicas de Guatemala, donde capacitamos a sus funcionarios en el uso del Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas (OCDS). A través de talleres y sesiones de formación, los funcionarios ahora pueden publicar información detallada sobre las contrataciones públicas de manera accesible y transparente, facilitando el acceso de los ciudadanos a estos datos.
Otro ejemplo es nuestro esfuerzo para empoderar a organizaciones de la sociedad civil en el uso de datos abiertos para la vigilancia del gasto público. Hemos capacitado a varias organizaciones en el uso de herramientas tecnológicas para analizar datos y crear reportes que facilitan la identificación de irregularidades en la ejecución presupuestaria.
El camino por delante
A pesar de los avances, el camino por recorrer en Guatemala en términos de formación en datos abiertos es largo. La clave está en institucionalizar la capacitación, integrando estas habilidades en la formación continua de los funcionarios públicos y ofreciendo a la ciudadanía espacios de aprendizaje accesibles. Solo cuando los actores clave de la sociedad cuenten con las habilidades necesarias para usar los datos abiertos, estos podrán cumplir con su promesa de transformar la forma en que se gobierna.
Por Julio Herrera Toledo, Director Ejecutivo de Red Ciudadana
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